jueves, 16 de abril de 2015

Animal Político, Político Animal.

Nuevamente entramos a esa zona tan ajena a la sociedad mexicana, llamada proceso electoral. El clan político se disfraza de gente, se viste con su mejor sonrisa y baja de su Olimpo para entrar en contacto con los simples mortales. Un tiempo en donde destilan los políticos hipocrecía y falsedad, se mimetizan pareciendo seres humanos y actúan como gente común. Sus ofrecimientos parecen bondadosos y naturales, fáciles de cumplir. Buscan besar niños, abrazar mujeres y estrechar manos masculinas, con fotógrafo siempre presente. Pero ahora encuentran para su sorpresa y desagrado, que la gente les encara espetándoles en el rostro que al estar en un puesto de funcionario público ni el saludo les otorgan. El hartazgo ciudadano está al límite. El animal político ha reducido su capital de credibilidad muy cerca del cero. Las personas aún reciben despensas y camisetas, ahora vales y tarjetas pero la desconfianza es gigantesca, como nunca antes había ocurrido. Y dado que las reglas de la publicidad electorera han cambiado, tapizar las calles con propaganda impresa es imposible, es ilegal contratar anuncios espectaculares, dejándola encerrada en los medios masivos y el odioso trabajo (para los,políticos) de caminar y tocar puertas. En el primer caso, la publicidad electrónica está enseñando de qué están hechos todos y cada uno. Adoptan la penosa estrategia de denostar al contrario, tanto el pri, como el pan y el prd sufren de lo mismo (a propósito en minúsculas, minúsculos ya son): el pan exhibe a gobernadores presentes y pasados del pri como ladrones en proceso judicial destacando los robos cometidos; el pri agita frente a todos la doble moral del pan; el prd, cual es su costumbre se hace pedazos sólo, y de paso cuestiona la capacidad de gobernar del que sea. En el segundo caso, las estrategias adoptadas enseñan la falta de respeto para el público y la masa electoral, haciendo uso de costumbres detestables, disfrazadas de lenguaje popular con el contubernio del ine (minúsculo por decisión propia). Es el caso del panal, el partido de elba esther (también minusculada) y sus “máistros”, haciendo uso de cerebros desneuronizados, mentes sumamente perversas, maestros del desprecio o vaya uno a saber quienes, olvidando el origen de sus filas, sacan el cobre con el uso horrible del lenguaje soez como táctica fantásticas. Podemos escuchar en radio y tv palabras que se usan en cantinas, haciendo inconcebible que así busquen adeptos para su causa: “...¿eres turquesa? ¡Ahuevo!”, “...aquí, las madres solteras nos rompemos la madre”. Y yo me pregunto ¿en qué se está convirtiendo el animal político? ¿En un político animal? Para cerrar esta elucubración, debemos implementar como ciudadanos un sistema anual de evaluación del desempeño de los servidores públicos, calificando metas y objetivos concretos con métodos cuantificables de acuerdo con la posición de cada uno de ellos, quien no sirva (son servidores, no olvidemos eso), debe ser removido. Pero aquellos que hurten los recursos de todos, deben ser no solo inahabilitados de por vida, deben ser expulsados de la sociedad mexicana, son TRAIDORES A LA PATRIA. O ¿acaso hay quien quiera seguirlos soportando?

2 comentarios:

  1. Tan cierto mi estimado Lucas. Siga usted escribiendo, abriendo mentes; sembrando verdades para esperar un día cosechar "despertares".

    ResponderEliminar
  2. Espero entonces, sigas leyendo Ivonne.

    ResponderEliminar