martes, 22 de diciembre de 2009

MEDALLA AJENA


Para que no creamos todo lo que nos dicen desde los gobiernos y más bien le demos crédito a nuestra inteligencia, he aquí la razón por la que se logró ubicar y capturar al Jefe de Jefes, Arturo Beltrán Leyva. Los círculos oficiales se ufanaron con el hecho de que "lograron romper el círculo de protección de El Barbas".

La agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA) avisó a las autoridades mexicanas que Arturo Beltrán Leyva estaba en la narcofiesta del pasado 11 de diciembre en Tepoztlán, Morelos, y luego, mediante sus agentes en México, pudo obtener datos sobre la ubicación de El Jefe de Jefes en Cuernavaca el pasado día 16.

Funcionarios que participan en las reuniones del gabinete de seguridad nacional y de la Procuraduría General de la República (PGR) revelaron que en el primer caso la información fue proporcionada al almirante José Luis Figueroa, director del Centro Nacional de Planeación e Inteligencia (Cenapi), y desde la Presidencia de la República se ordenó que la operación corriera a cargo de la Secretaría de Marina (Semar).

Los agentes de la DEA obtuvieron mayor información acerca de Beltrán Leyva con las detenciones de Gerardo Garay Cadena, comisionado de la Policía Federal Preventiva, y del comandante de esa misma corporación Édgar Bayardo del Villar en 2008, ya que pusieron al descubierto que la organización de El Jefe de Jefes y el cártel de Sinaloa recibían protección de funcionarios de primer nivel de la Secretaría de Seguridad Pública federal, que dirige Genaro García Luna.

Bayardo del Villar se convirtió en testigo protegido de la PGR y, de acuerdo con la información obtenida, proporcionó datos a la DEA. El comandante fue asesinado en la ciudad de México el pasado primero de diciembre en una cafetería de la colonia Del Valle.

Las versiones obtenidas refieren que el capo fue detectado por la DEA cuando visitó a un cirujano plástico en el hospital Ángeles de Puebla el pasado día 10. Ese día El Barbas y sus hombres se enfrentaron contra militares en Momoxpan y Cholula, Puebla. Supuestamente, Beltrán logró huir en una avioneta y viajó a Cuernavaca.

La mentira ya es una profesión y se ubica principalmente en los gobernantes. Asqueroso.

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