martes, 8 de diciembre de 2009

REGRESAMOS A LA EDAD MEDIA


El día de hoy podemos considerar en México, que hemos dado un salto enorme, gigantesco, hacia atrás. Si, hacia el pasado. Bajo la poderosa conducción anacrónica y retrógrada del PAN, se ha echado a andar la maquinaria involutiva.

La Secretaría de Gobernación informó en un comunicado que ''detectó transgresiones en materia de corrupción del lenguaje'' durante un programa de la estación XHUG-FM en la ciudad de Guadalajara, por lo que le envió una ''observación'' para apegarse a las normas sin que ello implicara la imposición de una sanción. ¡Uf! "transgresiones en materia de corrupción de lenguaje". Describir así a lo que sucedió en una ciudad con poca tolerancia para la evolución, gobernada por el mismo partido y muy cerca de los prelados (me encanta esa palabra, se me imagina a los cochinos sacerdotes diciendo palabrotas), es usar una corrupción del lenguaje para decir que fueron groseros en un medio masivo.

En el programa radial, en el que participaron los caricaturistas Jis y Trino, fueron pronunciadas algunas palabras alusivas a la masturbación y a las actitudes arrogantes de las personas durante una conversación imaginaria con el músico John Lennon, según transcripciones divulgadas por la prensa local. Así que por hacer alusiones a la masturbación, se ruborizó la iglesia y sus cortes segobianas (de la segob, pues).

Pero en la médula de Televisa y TV Azteca, el empleo constante y de mal gusto de las alusiones sexuales, lascivas y groseras, no son de importancia. Pueden ellos deformar el lenguaje y ahí si les podríamos llamar transgresiones que corrompen nuestro idioma cuando hay tipos que no saben hablar y ocupan una plaza de locutores, válgame Dior, que irónico. Escuchar al pelón gritar "tirititite" ofende no solo a mi intelecto, ofende a mis oídos. Cuando dice "testarazo" siempre pienso qué será una "testara" pues al golpear con la testa, damos un testazo. O el abuso enorme que hacen de la palabra "checar" inexistente en nuestro idioma, existe chequear pero a nadie le suena bien. Y que decir del abuso de la palabra "güey" que de ser impronunciable en la zona del habla decente, se ha convertido en una nena protegida hasta de las mujercitas.

Así que los gobernícolas segobianos nos catapultaron directamente a la edad media, y al rato veremos a los críticos de esos cerebros tan rupestres, sentados ante la nueva inquisición.

Pobre México, tan cerca de Estados Unidos y tan lejos de la razón...

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