EL ODIO AL JEFE.

La "desaparición forzada" (el gobierno federal aún no quiere decir plagio o secuestro, aunque no sean lo mismo, si son iguales) de Diego Fernández de Cevallos ha desatado reacciones terribles en nuestra sociedad tan lastimada.

1.- La parte más retrógrada de la iglesia católica y de los gobiernos en México, claman a los cuatro vientos que les devuelvan al "Jefe", que no lo lastimen, que no le hagan nada. Lo quieren y lo necesitan con vida. Sin embargo, con todo el respeto que me merece y esperando que no venga a jalarme los pies en la noche por abusivo, voy a recordar las famosas palabras de Juana de Asbaje: "Hombres necios que acusáis (a la mujer) sin razón, sin ver que sois la ocasión de lo mismo que culpáis". Ahora que uno de los suyos ha sido agraviado por aquello que ellos mismos no supieron detener a tiempo, es cuando gritan y exigen que no lo maten, que no lo ataquen, que no lo lastimen. Los gobernadores, senadores, diputados, panistas, perreiístas y perredistas lo exigen. Sin embargo, la reacción tan desmesurada nunca antes fué igual con la enorme cantidad de mexicanos agraviados. Incluso reapareció Fox declarando "urge equilibrar los niveles de violencia" (http://www.eluniversal.com.mx/nacion/177761.html) con lo que maldita la cosa quiera decir con eso. Otros dicen que es una figura clave para la gobernabilidad, si es que aún existe en México, aunque el hecho en sí, marca que no la hay. Otros han exclamado que es un agravio a la nación, yo diría que es al agravio 28,643 o algo así, pues la cuenta ya la perdí.

Naranjo en El Universal 20100517

2.- Muchas personas de ésta sociedad se han manifestado en internet, sea en blogs, redes sociales, "tuiter", correo electrónico, mensajeros y comentarios en periódicos electrónicos. Muchos de sus pensamientos han revelado el odio que tiene la población por sus gobernantes. Antes se daban en forma de charla de café, cantina o sobremesa. Pero el nuevo tejido de comunicación electrónica permiten a muchas personas enterarse de lo que piensan otras. He leído una cantidad avasallante de expresiones tales como: que bueno que le tocó a uno de esos desgraciados, que no lo regresen vivo, que lo maten, que le corten la cabeza, eso hay que hacer con todos los políticos y muchos más en el mismo tenor. Me parecen terribles esos comentarios pero dejan entrever toda la frustración que una nación tiene para con la clase gobernante que no ha hecho más que enriquecerse a su costa, sin hacer crecer a todo el país.

Magú en La Jornada 20100517

Es muy probable que los sentimientos sean genuinos, pero están mal enfocados pues a pesar de que Diego y los demás políticos tengan muchos crímenes que pagar, no podemos desearle la muerte a un semejante pues algún día nos podrán desear la propia. Hay que condenar el hecho, a los culpables pero no a la víctima. Es preferible, ahora que se pisó un callo bastante sensible a la clase política, exigir modificaciones no solo a las leyes, tendrán que ser a las estructuras. Es el momento para cambiar todo aquello que ha permitido el crecimiento de la ilegalidad e impedido el desarrollo de México. Sugiero que para sentar una base, leas ésto: http://enlacabezadelucas.blogspot.com/2010/05/en-el-metnal-hartazgo.html y provoquemos el cambio de rumbo que tanto necesitamos.

Que el "Jefe" aparezca y sea juzgado por lo que debe y sus captores también. Nunca nos ha hecho bien hacer de los criminales, unos héroes ni nunca nos lo hará.