lunes, 9 de noviembre de 2009

PLAYAS FALLIDAS

Una vez más, la naturaleza puso al descubierto la estupidez humana, ese engreimiento que nos hace pensar que somos superiores, que por el hecho de que tenemos razocinio y conciencia, podemos más que lo demás que existe.

Bastó un mini-huracán el fin de semana (08.11.09) para que nuevamente regresaran las aguas a su curso. El viento, se llevó los millones de pesos que se invirtieron en reconstruir las playas de Cancún, este monstruito natural llamado Ida, trajo de vuelta a la realidad a los ilusos entre ellos hoteleros, turisteros y politiqueros, pues les recordó con una cachetada monumental que no se puede reconstruir un paraíso natural de la misma forma como se reparan los daños en un desarrollo hotelero de Gran turismo.

Fijarse bien: Antes de los huracanes Gilberto y Wilma en Cancún había entre 8 y 9 millones de metros cúbicos de arena; tras los ciclones quedaron 700 mil. Desapareció casi el 92%, esa arena blanca que era el estandarte en las campañas publicitarias que mostraba interminables playas inmaculadas. Sectur proyectó verter 3 millones de metros cúbicos de los que antes de Ida ya se había perdido una parte y con esta ventolera suave (no fué en absoluto violento en Cancún), las regresó al maro o las depositó en tierra.

¿Y qué hacer ahora? Pues la federación tiene un nuevo plan maravilloso, heróico y tan bueno como los anteriores que terminaron en desastre. extraer 6.2 millones de metros cúbicos de arena de Cozumel e Isla Mujeres para rellenar 11 kilómetros de playa en Cancún, 4.2 kilómetros en Playa del Carmen y 1.5 kilómetros en Cozumel, con una inversión programada de casi mil millones de pesos.

Cuando esté acabado, ¿qué pasará? Pues lo mismo, otro huracán desvastará esas playas artificiales pues la extracción de ese arena eliminará los rompeolas naturales, destruirá la coral cuando las corrientes impacten fuertemente y en conjunto, dejarán indefensas a las playas con su rescate. Así que destruirán el fondo marino para que otro huracán mas temprano que tarde, destruya sus obras playeras.


Vamos, es cuestión de un argumento simple y lógico sin necesidad de hacer estudios profundos y costosos:
a) antes de Cancún, había playas extensas y hermosas de arena blanca, únicas en el mundo. Había una barrera de coral intacta con abundancia de peces, crustáceos y vegetación. Huracanes y tormentas aparecieron y no se llevaron sus playas pues se regeneraban con el tiempo.
b) A raíz de la voracidad turistera y complicidad de autoridades, se bloquearon flujos naturales de agua, la laguna Nichupté se estancó con su conscuente olor fétido. Se dragó el fondo para que entraran barcos más grandes.
c) Los huracanes barrieron con el arena y su atractivo.

Con las defensas naturales que mantenían ese arena y demás la reponían, seguir en el intento de crear playas artificialmente es tirar el dinero al drenaje. Más bien habría que reponer las defensas, antes de la playa.

Pero como eso lleva tiempo, no hay hotelero que lo permita ni espere a que se reproduzca el medio ambiente, es demasiado para sus estándares industriales pues les "urge" para ya, para hoy, para ahorita.

Y como "taim is moni" pues mejor el "moni" que el "taim". Que brutos...

2 comentarios:

  1. Es lo que en mi pueblo llaman hacer caldo con la gallina de los huevos de oro...

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  2. Pues si Jesús, es la mejor definición y para constatarlo, evalúa lo que dijo la Secretaria de Turismo del estado: "La arena no se la llevó Ida, se deslizó al fondo para cubrir lo que falta de relleno y darle soporte". Sara Latife Ruiz Chávez.

    ¡Puagh!

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