viernes, 11 de septiembre de 2009

EL ECOCIDA DE SEMARNAT.


Éste país en verdad que es increíble. A los inversionistas que quieren instalar hoteles y centros productivos les piden hasta el acta de nacimiento de la nación, pasando por estudios de impacto ambiental que generalmente cuestan arriba de diez mil dólares, permisos por todos lados, filtros y sistemas de purificación hasta del espíritu y la consabida repartición de la riqueza con los encargados de estampar firmas autorizativas.

Pero cuando se trata de que la ley se les aplique de la misma forma a ellos mismos, los funcionarios revelan que se consideran hechos de otra materia, que puede evitarles tanto las reglas como sus consecuencias.

Así que ahora, un miembro de esa casta divina (y de la otra también) apareció en severos líos.

En la pequeña isla de Holbox, localizada justo donde se encuentran el golfo de México y el mar Caribe, funciona el exclusivo hotel Las Nubes, construido ilegalmente en zona de manglar. La empresa que lo maneja es la Operadora Rumbo al Trópico, cuya representante legal es Bárbara Gabriela Hernández Ramírez, hermana menor del banquero Roberto Hernández. En ese lugar los pobladores aseguran que el verdadero dueño del hotel es Alejandro Patrón Laviada, hermano del actual titular de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), Patricio Patrón Laviada.

Como sea, los hermanos Patrón Laviada son sobrinos políticos de Bárbara y Roberto Hernández. El financiero, ahora también empresario turístico, es uno de los hombres más ricos de México; su capital, de acuerdo con diferentes reportes anuales de la revista Forbes, ronda entre los 1.2 y 2.2 mil millones de dólares.

El hotel, antes llamado Mi Capricho y ahora bautizado como Las Nubes, opera pese a tener sellos de clausura, colocados por personal de Profepa. Incluso, actualmente realiza obras de ampliación, sin contar con autorización de Semarnat, un requisito indispensable, pues se localiza dentro del Área de Protección de Flora y Fauna de Yum Balam, una zona de manglares que, como muchas otras en México, está en riesgo. Pero hospedarse en Las Nubes cuesta entre 500 y mil dólares la noche; todo depende del tipo de habitación y de la temporada del año.

Hace unos meses, también se amplió el Paseo Kuká, la única calle en la isla que tiene camellón y farolas. Curiosamente, esta avenida lleva hasta las instalaciones del hotel y termina justo donde se construye la nueva cabaña de Las Nubes. Y no contentos con lo expuesto, el hotel, además, invade la zona federal marítima.

Así que a ver quien es el guapo que multa, impide su funcionamiento y mete en cintura a los delincuentes de alta alcurnia que se pasan la ley por el arco del triunfo (del dólar sobre la decencia). Ellos no conocen eso de que "El buen juez por su casa empieza...".

Válgame Dior...

No hay comentarios:

Publicar un comentario