miércoles, 16 de septiembre de 2009

UN GRITO MAL DADO


El asombro no tiene límites con la farsa en la que se ha convertido la política en los tiempos modernos en México. A pesar de que sería de celebrarse que llegaran a puestos de liderazgo personas de cualquier clase social, el caso del jefe delegacional electo de Iztapalapa Rafael Acosta conocido vulgarmente como "Juanito" ha rebasado los límites de la razón y la conveniencia.

El tal Juanito está convertido en un payaso (sin denostar a la profesión) pues ha servido únicamente para entretener a las multitudes y no para gobernar, es un producto más parecido a los idolitos al vapor que hacen televisa y tv azteca. Y en lo que sucedió anoche, evidenció el porvenir que tendrán los habitantes de esa demarcación política.

Pues no le bastó con haberse parado frente a un enroque ridículo para dejarle el paso a Clara Brugada en caso de ganar, cosa que hizo y no hizo. Ganó pero no quiere ahora dejarle el paso, según lo acordado. Tarde se dió cuenta de que lo que conquistó no debió empeñarlo, pero a riesgo de mostrarse como un tipo sin honor, no solamente ahora quiere romper su compromiso, está dejándose seducir por los contrarios a la ideología que lo encumbró: el PAN.

En la celebración que dirigen los dioses políticos de ésta nación, quiso tomar su lugar en el historia el mentado "Juanito" y lo hizo investido en el ridículo. En un lugar sin energía eléctrica, en medio de encharcamientos, encabezó su "grito de independencia". Y lo anoté entrecomillado por la forma en que lo hizo, con una banderita hecha en china para colocarse en las ventanillas de los autos, rugió: "VIVA MÉXICO, VIVA IZTAPALAPA" seguido de una voz de un niño que completó la oración: "Viva mi abuelita", a lo que todos respondieron Viva, entre risas.

Eso es ridiculizar una gesta que nos ha dejado como el país que somos, pero lo peor estaba por venir pues recordó los que él dijo fueron algunos héroes de la Independencia, como "mis tocayos: Juan de la Barrera y Juan Escutia".


Caramba, este tipo es un producto totalmente representativo de la educación mexicana, un producto de las huestes de Elba E. Gordillo, típicamente popular, tan ridículo como su bandita de la cabeza (al estilo del boxeador JC Chávez) que quiere producir en gran escala e instaurar como protocolo político iztapalapense, pues siente que todo el país está orgulloso de él.

Y si alguien que lea ésto duda del por que de su patinazo, pues lea sobre la diferencia en el tiempo y contexto de lo que dijo. De 1810 (gesta de independencia) a 1847 (invasión estadounidense a México) en http://es.wikipedia.org/wiki/Juan_Escutia.

Ay caray, que futuro tan obscuro tiene mi país con la nueva clase política.

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